dimecres, 23 d’agost del 2017

Un trist final de vacances


 En tornar de vacances m’he trobat amb els salvatges i tràgics atemptats de Barcelona i de Cambrils.  Un cop mig recuperat del xoc emocional,  i amb major serenor, sento la necessitat de compartir algunes reflexions.

Per començar, manifestar la profunda tristor amb que vull fer arribar el  condol a tots aquells que han perdut éssers estimats i desitjar la prompta recuperació dels ferits. Però no hem de pensar només en els afectats de Barcelona i de Cambrils, que realment ens han tocat molt de prop,  sinó també amb els de París, Berlín, Madrid, Niça, Londres, Brussel·les i de tot el món.

Crec que ens hem de felicitar per l’alt nivell d’humanisme, eficàcia i professionalitat que han mostrat els Mossos d’Esquadra, serveis d’emergència, centres hospitalaris i totes aquelles  persones que han contribuït a augmentar la seguretat i a donar suport als afectats. A tots ells mostrar la nostra admiració i reconeixement.

Felicitar al govern de la Generalitat per la direcció d’un gabinet de crisi eficaç i la informació permanent donada als ciutadans, també a l’Ajuntament de Barcelona pel seu paper activíssim, al govern d’Espanya per facilitar la coordinació policial i evidentment a tots els ciutadans pel seu civisme i solidaritat amb les víctimes i els afectats.

Però, i ara què? És important que la societat catalana, no només no faci passos endarrere evitant per exemple caure en la islamofòbia,  sinó fer-ne endavant cap a una societat que volem universal, oberta, tolerant, democràtica, lliure i justa, que dóna un alt valor a la pau, i la convivència entre els diferents pobles i cultures. Catalunya ha sigut i ha de ser una terra d’acollida, d’integració i de progrés. Sabem que tot té límits, però els hem de saber gestionar tant amb el cap com amb el cor.

Però evidentment no n’hi haurà prou. S’ha d’anar a les arrels del problema. La societat occidental i els seus estats, han de col·laborar més amb la comunitat musulmana i combatre les causes que creen el germen del terrorisme, entre les quals destaquen els interessos geopolítics,  econòmics i de poder, junt amb les grans desigualtats, la corrupció, la ignorància  i la intolerància. Com que això malauradament sembla impossible, almenys a Catalunya hauríem d’avançar en aquesta direcció.

Encara colpit pels atemptats, et desitjo una bona tornada de vacances, recuperar “la normalitat”, mantenir-nos ferms i solidaris en els nostres valors, i mostrar que  NO TENIM POR.

Salutacions cordials.

Francesc Raventós
21 d’agost de 2017
Voleu llegir més? Premeu aqui!

diumenge, 16 de juliol del 2017

LA UE DEBE CANVIAR EL RUMBO

                                             
El resultado de las elecciones presidenciales francesas han dado un respiro temporal a la amenaza que supone una creciente extrema derecha en Francia y en la Unión Europea. Se ha ganado un tiempo precioso para intentar dar respuestas a los muchos problemas que preocupan a los ciudadanos. No será fácil, pero sólo un decidido cambio de rumbo puede permitir encauzar la compleja situación. De lo contrario el futuro de Francia y de la Unión Europea será muy obscuro.
El desequilibrio entre el poder económico y el poder político es enorme, lo que facilita la concentración de riqueza y de poder en pocas manos, el empobrecimiento del resto y pone en peligro a la democracia. Hay que ofrecer una alternativa viable al modelo neoliberal actual, no basada en aplicar medidas antisistema, sino en promover una “revolución reformista” que permita devolver el sentido común a la sociedad y a la economía.

Se proponen cinco grandes líneas de actuación. La primera es conseguir un modelo de sociedad, en el cual la economía esté sometida a la política. El crecimiento económico evidentemente es básico, pero para el ser humano también son importantes la libertad, la democracia, la justicia, los sentimientos, la familia, el trabajo o la cultura.
La segunda línea supone que los ciudadanos debemos aceptar la realidad del nuevo entorno de cambio permanente y aprovechar las oportunidades que ofrece. Europa ya no es el centro del mundo y ha iniciado su declive.  Pueden venir tiempos difíciles, con elevado paro estructural y pérdida de poder adquisitivo. Pero también hay muchas oportunidades que debemos saber aprovechar.
La tercera línea es conseguir una economía productiva de progreso basada en el mercado. No se pretende cambiar radicalmente el sistema económico actual, que tiene aspectos positivos, como por ejemplo, la capacidad de iniciativa o un beneficio razonable, se trataría de transformarlo, poniendo límites cuando se atente al interés general. El nuevo modelo económico  ha de promover el crecimiento económico y la productividad, pero también reducir las grandes desigualdades con una distribución  más justa del beneficio del crecimiento. El sistema financiero ha de estar al servicio de las empresas y las familias y deben ponerse límites al capital financiero especulativo.
Cuarta línea: El Estado ha de tener un  papel activo como agente económico-social y ha de garantizar el buen funcionamiento de la sociedad, la economía, el estado de bienestar, la creación de empleo, la dignificación del trabajo, impulsar la cultura y la sostenibilidad. La colaboración público privada resulta imprescindible.
Se precisa un nuevo sistema fiscal eficaz, justo y progresivo, que luche contra la evasión fiscal, sea corrector de les grandes desigualdades y que progresivamente se sitúe en el nivel de ingresos de la media de la Unión Europea. No pueden pretenderse servicios de calidad como en los países nórdicos, pero pagar impuestos como en Bulgaria o Grecia. En España, los ingresos públicos, están 9 puntos del PIB por debajo de la media de la Eurozona. Supondría ingresar 100.000 millones de euros más anualmente.
Y la última línea de acción es conseguir una Unión Europea, fuerte, democrática, unida y que se exprese con una sola voz. Últimamente la Unión Europea ha sido una máquina de desregular mercados y no ha protegido a los ciudadanos de un capitalismo salvaje. Ahora debería convertirse en la primera línea de defensa de los ciudadanos, de las amenazas del repliegue y  proteccionismo de los países,  y de todo tipo de extremismos.
Mientras la población de la Unión Europea envejece, su peso económico se reduce, y su influencia política disminuye, estamos todavía debatiendo que hacemos con la Unión Europea, olvidando que el entorno mundial ha cambiado y que donde se negocian y se negociaran las políticas mundiales, es y será en el Mar de la China y en el Pacifico.
Si queremos evitar el declive, habrá que avanzar rápidamente hacia la unidad de la Unión Europea, recuperar  la supremacía de la política sobre la economía y abandonar las políticas neoliberales radicales. Por tano se precisa una renovación a fondo de ideas, políticas, personas y recuperar la ilusión por el proyecto común.
El tiempo ganado nos ofrece la oportunidad de aplicar nuevamente el sentido común en el funcionamiento de la economía. Sabremos aprovecharla?
Se proponen cinco grandes líneas de actuación. La primera es conseguir un modelo de sociedad, en el cual la economía esté sometida a la política. El crecimiento económico evidentemente es básico, pero para el ser humano también son importantes la libertad, la democracia, la justicia, los sentimientos, la familia, el trabajo o la cultura.
La segunda línea supone que los ciudadanos debemos aceptar la realidad del nuevo entorno de cambio permanente y aprovechar las oportunidades que ofrece. Europa ya no es el centro del mundo y ha iniciado su declive.  Pueden venir tiempos difíciles, con elevado paro estructural y pérdida de poder adquisitivo. Pero también hay muchas oportunidades que debemos saber aprovechar.
La tercera línea es conseguir una economía productiva de progreso basada en el mercado. No se pretende cambiar radicalmente el sistema económico actual, que tiene aspectos positivos, como por ejemplo, la capacidad de iniciativa o un beneficio razonable, se trataría de transformarlo, poniendo límites cuando se atente al interés general. El nuevo modelo económico  ha de promover el crecimiento económico y la productividad, pero también reducir las grandes desigualdades con una distribución  más justa del beneficio del crecimiento. El sistema financiero ha de estar al servicio de las empresas y las familias y deben ponerse límites al capital financiero especulativo.
Cuarta línea: El Estado ha de tener un  papel activo como agente económico-social y ha de garantizar el buen funcionamiento de la sociedad, la economía, el estado de bienestar, la creación de empleo, la dignificación del trabajo, impulsar la cultura y la sostenibilidad. La colaboración público privada resulta imprescindible.
Se precisa un nuevo sistema fiscal eficaz, justo y progresivo, que luche contra la evasión fiscal, sea corrector de les grandes desigualdades y que progresivamente se sitúe en el nivel de ingresos de la media de la Unión Europea. No pueden pretenderse servicios de calidad como en los países nórdicos, pero pagar impuestos como en Bulgaria o Grecia. En España, los ingresos públicos, están 9 puntos del PIB por debajo de la media de la Eurozona. Supondría ingresar 100.000 millones de euros más anualmente.
Y la última línea de acción es conseguir una Unión Europea, fuerte, democrática, unida y que se exprese con una sola voz. Últimamente la Unión Europea ha sido una máquina de desregular mercados y no ha protegido a los ciudadanos de un capitalismo salvaje. Ahora debería convertirse en la primera línea de defensa de los ciudadanos, de las amenazas del repliegue y  proteccionismo de los países,  y de todo tipo de extremismos.
Mientras la población de la Unión Europea envejece, su peso económico se reduce, y su influencia política disminuye, estamos todavía debatiendo que hacemos con la Unión Europea, olvidando que el entorno mundial ha cambiado y que donde se negocian y se negociaran las políticas mundiales, es y será en el Mar de la China y en el Pacifico.
Si queremos evitar el declive, habrá que avanzar rápidamente hacia la unidad de la Unión Europea, recuperar  la supremacía de la política sobre la economía y abandonar las políticas neoliberales radicales. Por tano se precisa una renovación a fondo de ideas, políticas, personas y recuperar la ilusión por el proyecto común.
El tiempo ganado nos ofrece la oportunidad de aplicar nuevamente el sentido común en el funcionamiento de la economía. Sabremos aprovecharla?

 




























Voleu llegir més? Premeu aqui!

dimecres, 31 de maig del 2017

I les pensions?

Estem en ple debat sobre el sistema de pensions, que és un dels eixos bàsics de l’Estat de Benestar. Ates que a Espanya hi han 8.600.000 pensionistes, als que a l’any 2016 s’hi han destinat 137.000 milions d’euros, la repercussió social, econòmica i política és enorme. 

L’actual sistema de pensions és insostenible. El fons de reserva quedarà exhaurit aquest any i per tan resulta urgent introduir-hi reformes. Però, quines reformes? Abans de concretar-les, caldrà prendre la decisió política de si es volen millorar les pensions, mantenir el seu poder adquisitiu o optar per reduir-les per alliberar recursos.


En uns anys en els que ja s’ha sortit de la crisi econòmica i que l’atur es redueix, semblaria just fer una millora de les pensions més baixes, i que els pensionistes mantinguin el poder adquisitiu.


Si s’opta per millorar gradualment les pensions, caldrà veure d’on surten els recursos necessaris. Hi ha moltes fonts possibles per augmentar la recaptació, especialment quan hi ha creixement econòmic. En tot cas, la font més raonable fora obtenir més ingressos fiscals, atès que la pressió fiscal a Espanya està un 7 % del PIB per sota de la mitjana de la Unió Europea.

Es de témer, que aquest no serà el camí que es seguirà. Es caurà a la temptació de reduir el dèficit baixant el poder adquisitiu de les pensions. El més probable és que s’introdueixin retocs i és mantingui la política actual d’augmentar-les el 0,25% anual, sabent que la inflació les retallarà. En aquesta hipòtesi, amb una inflació a l’entorn del 2 %, només en els propers cinc anys el poder adquisitiu dels pensionistes disminuiria un 10%. 

De moment ja s’ha allargat l’edat de jubilació als 67 anys i la base reguladora sobre la qual es calcula la pensió seran els ingressos anuals dels darrers 25 anys i no de 15. Però hi ha problemes addicionals a tenir presents, com per exemple, les pensions futures dels joves, que treballen a precari i, que quan treballen, tenen sous de 800 euros mensuals.

El que no és una solució en cap cas, és no encarar un problema tan sensible, cobrint el dèficit de les pensions emetent deute públic. Significaria traspassar als que vindran després, la solució d’una qüestió vital per milions de ciutadans.

Cal reconèixer que reformar del sistema de pensions és un tema complex i delicat. Els polítics han detrobar una solució justa i sostenible en el temps. Sortosament la millora de la situació econòmica ofereix més possibilitats de fer-ho.
Voleu llegir més? Premeu aqui!

El camí de Sant Jaume

Del Bierzo a Galícia
Fer el Camí de Sant Jaume per arribar a Santiago de Compostela i visitar la tomba de l’Apòstol comença a ser un fenomen de masses. Són milers i milers els pelegrins que anyalment el caminen, encara que no tots hi arriben. 
 
A Santiago s’hi pot anar per molts camins. El més popular és el camí francès que s’inicia al poble de Saint Jean-Pied-de Port al peu dels Pirineus. Es un trajecte d’uns 900 quilometres, que pocs el fan tot seguit en 30 ó 35 dies, ja que la majoria el caminen un tros cada any i per tant dura varis anys o no l’acaben. El que sorprèn es que més de la meitat dels pelegrins que arriben a Santiago vinguin de l’estranger i alguns de llocs tan allunyats com el Japó o Austràlia.

Fer el “Camí” suposa un esforç. Vol dir, llevar-se molt d’hora, caminar de 20 a 30 quilometres diaris, viure les inclemències del temps, suportar algunes butllofes als peus, portar una pesada motxilla o compartir habitació amb vuit o més persones en els Albergs, tot i que la popularitat del camí ha fet que ja hi hagin hostals privats i altres conforts.

O'Cebreiro
 I quines són les motivacions que porten a tanta gent a fer el “camí”? Les motivacions són diverses. Per molts són religioses, per altres espirituals o per gaudir de la natura, de les riqueses culturals del trajecte o compartir amb companys una certa aventura. Alguns compleixen promeses fetes, d’altres necessiten un espai de meditació davant situacions personals difícils o pèrdues de persones a les que estimaven.

Creu de Ferro
Es una bona oportunitat per reflexionar sobre els aspectes positius del humanisme i sobre com millor orientar la nostra vida. El fet de desconnectar de la pressió del dia a dia i dels problemes quotidians, no resolen aquests, però donen una nova perspectiva de com enfocar-los. En tot cas, es conviu amb un conjunt de valors positius, com ara, l’esperit de sacrifici, el companyerisme, la reflexió íntima, o la satisfacció pel sol fet de caminar-lo i compartir-lo amb tanta gent.


En resum, fer el “camí” sempre es recomanable i ara que s’acosta l’estiu és un bon moment per plantejar-s’ho.

Voleu llegir més? Premeu aqui!

dilluns, 30 de gener del 2017

Un "si" a la Unión Europea, pero...

La UE debe centrarse en el progreso y el bienestar de los ciudadanos, lo que permitiría recuperar la confianza en el proyecto de integración.

Sólo saldremos del statu quo si los votantes obligan a los viejos partidos a renovarse a fondo y dar paso a formaciones con nuevas propuestas.

 Necesitamos una Unión Europea democrática, culta, fuerte y unida que suponga progreso y paz para todos y con capacidad de influir en la agenda global.

 Francesc Raventós




  La UE atraviesa un periodo de parálisis institucional y estancamiento económico. 

Qué lejos estamos de la Europa de progreso social que nos prometieron. La realidad actual es una Unión Europea en una situación de parálisis institucional, bloqueo político, estancamiento económico, creciente desigualdad social y una amplia frustración de los ciudadanos.

El Brexit ha sido un ejemplo del descontento de amplios sectores sociales. En 2017 veremos qué opinan franceses, holandeses y alemanes después de sus elecciones.

 El neoliberalismo ha desbordado las ideologías tradicionales y se presenta como el único modelo posible. Buena parte del socialismo y de la socialdemocracia parecen haber renunciado a proponer un modelo alternativo.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Las instituciones europeas han ignorado los objetivos sociales fundacionales y han supeditado la política a los intereses económicos, y en su debate técnico-político prevalece el interés de cada Estado por encima del interés general de los ciudadanos.

 En el Parlamento Europeo, el amplio bloque de populares, socialistas y liberales, formado por los viejos partidos, se reparten el poder y aplican políticas neoliberales. Las propuestas de los partidos de la izquierda unitaria y verdes son testimoniales.

El desencanto ciudadano ha ido en aumento. La extrema derecha, xenófoba y anti europeísta ha alcanzado en algunos países cuotas inimaginables. La falta de una política migratoria razonable actúa de catalizador.

En el próximo futuro las políticas mundiales se librarán en el Mar de la China y en el Pacifico, mientras, la población de la Unión Europea, su peso económico y su influencia política tenderán a la irrelevancia. El propio Donald Trump ha dejado claro que quiere desentenderse de Europa. El vacío de poder que creará Estados Unidos en el mundo, por la retirada deseada por su nuevo presidente, facilitará un rápido cambio geopolítico de los equilibrios existentes. La lucha por la hegemonía política, por el control de los recursos naturales y los mercados, la creciente carrera armamentista y el terrorismo en expansión, no invitan al optimismo. ¿Hemos olvidado ya las trágicas consecuencia de querer resolver el choque de intereses por las armas?

La democracia de la postguerra europea se legitimó en la premisa de que el crecimiento económico beneficiaría a todos y que los Estados intervendrían el mercado para corregir los efectos perniciosos para los ciudadanos. Hoy constatamos cómo la creciente desigualdad social, además de injusta, frena la demanda agregada. Se ha querido solucionar artificialmente el estancamiento económico con una fuerte expansión monetaria y un mayor endeudamiento público y privado que traslada al futuro, de forma agravada, la profunda reforma de un sistema económico insostenible.

Ante la propia realidad y el nuevo entorno mundial que se está dibujando la solución de la Unión Europea sólo puede hallarse en avanzar hacia más Europa, pero una Europa muy distinta a la actual. Una Europa realmente centrada en el progreso y el bienestar de los ciudadanos, lo que permitiría que estos recuperasen su confianza en el proyecto europeo.

Para ello habrá que tomar decisiones radicales. Reino Unido deberá decidirse si se desea avanzar hacia el proyecto europeo soñado por sus fundadores, si queremos convertir la Unión Europea en un simple mercado común o si damos por fracasado el proyecto y volvemos a los Estados nacionales.

 La primera opción supondría una Unión Europea a dos o más velocidades. Se constituiría un núcleo duro de países de vanguardia comprometidos en completar la unión monetaria, fiscal y política, abiertos a que en el futuro pudiesen añadirse los demás países. Los miembros que no se sientan identificados con el proyecto sería mejor que siguiesen los pasos de Reino Unido.

Pero, ¿cómo salir de la parálisis institucional en la que nos hallamos? No es fácil, ni hay una única respuesta, pero es evidente que salir del statu quo actual sólo se conseguirá sí hay una decidida movilización de los ciudadanos que presione fuertemente para que los viejos partidos se vean obligados a una renovación a fondo de ideas, de políticas y de dirigentes y den paso a partidos con nuevas propuestas.

Las nuevas generaciones y muchos de los ya mayores seguramente han olvidado la Europa de las guerras y el ansia de los ciudadanos de progresar en paz. Este es el gran reto al que nos enfrentamos. Necesitamos más Europa. Necesitamos una Unión Europea democrática, culta, fuerte y unida que suponga progreso y paz para todos, con capacidad de influir en la agenda global ante los grandes retos que la humanidad tiene planteados.


Francesc Raventos
Exdegà del Col·legi d'Economistes de Catalunya



http://www.eldiario.es/alternativaseconomicas/
Voleu llegir més? Premeu aqui!

dimarts, 10 de gener del 2017


ÉS MES DEUTE LA SOLUCIO?                                            

Sembla que tots els problemes es poden solucionar amb un major endeutament.  Donald Trump ha promès un fabulós programa d’inversions emetent deute. El president del Banc Central Europeu, Mario Dragui, ha decidit que per sortir de l’anèmia de l’economia europea seguirà comprant deute públic i privat fins els desembre de 2017, i si cal, continuarà fent-ho més enllà. El govern espanyol ha dit als pensionistes que no es preocupin, que quan s’acabi de buidar la guardiola de les pensions, emetrà més deute.

Si la quantiosa xifra de 4,5 bilions d’euros que el BCE haurà  posat al mercat a finals del 2017 no impulsa suficientment l’economia, on van a parar aquestes piles de diner a cost zero?  S’estan invertint en la compra d’actius immobiliaris, títols de borsa, deute públic, i altres bens especulatius que estan creant una nova bombolla que anuncia una futura recessió. Si aquesta s’acaba produint, no serà fàcil fer-hi front ates que la suma de l’endeutament públic i privat dels països de la eurozona és del 405% del seu PIB.

Sembla com si domines la creença de que els deutes no s’han de tornar mai, doncs sempre es podran renovar, que a la llarga la inflació reduirà el valor del deute  i que el cost del diner serà sempre proper a zero. Ara, la Reserva Federal americana ja ha anunciat que augmentarà el tipus d’interès, el que acabarà afectant també a la Unió Europea. L’augment d’un 1%, suposa pel pressupost espanyol un cost addicional anual d’interessos de 10.000 milions, als que hauríem de sumar, entre d’altres,  un mínim de 10.000 milions del dèficit de les pensions, tot hi havent augmentat el nivell d ’afiliacions.  El major cost dels interessos serà un drenatge de recursos al  pressupost de l’estat, a les inversions empresarials i al poder adquisitiu dels particulars, el que dificultaran el creixement econòmic. 

Ates el sobtat augment de la inflació és possible que el BCE deixi de comprar deute, però això no treu  la necessitat d’actuar sobre les vertaderes causes de l’estancament econòmic, ja sia, de la Unió Europea, o del sistema de pensions en el cas espanyol, i no allargar més la respiració assistida a base d’un creixent endeutament.

Sortosament Espanya està tenint un elevat creixement econòmic i una certa reducció de l’atur. No fora ara un bon moment per incidir sobre les ineficiències estructurals, seleccionar les inversions no amb criteris polítics sinó de rendibilitat i començar a reduir l’endeutament públic que actualment supera el bilió d’euros, o sia, el 100% del PIB?

 Francesc Raventós

 Ex degà del Col·legi d’Economistes de Catalunya
Publicat a La Vanguardia  08 01 2017


 
Voleu llegir més? Premeu aqui!